domingo, 6 de marzo de 2011

Colisión en vuelo entre un Hawker 800XP y un velero












Si algo temén los pilotos, más que una parada de motor, es un choque en el aire con otra aeronave. Para una parada de motor se está más o menos entrenado: comunicar emergencia, buscar un campo para tomar, elegir la mejor velocidad del planeo vigilando el anemómetro y seguir el procedimiento de emergencia de cada aeronave. El avión planea y se trata de reducir la energía de impacto al mínimo decelerando en el momento de la toma lo máximo posible (Full Flap y si es sonando el avisador de pérdida al poco de tocar mejor que mejor). Pero en caso de una colisión en el aire se puede perder una de las superficies aerodinámicas primarias, como un ala, y por tanto el avión ser ingobernable. Además, lo peor suele ser que el piloto no sabe que daños ha sufrido la aeronave ni que mandos ha perdido o quedado su capacidad reducida. Por eso se recomienda pedir ayuda a cualquier avión que pueda verificar el estado del nuestro, así como evaluar con sumo cuidado la capacidad de mando en los tres ejes del avión.
En este caso los ocupantes del reactor y del velero resultaron ilesos, el de éste último tras lanzarse en paracaidas, algo obligatorio para los veleros, pero pocas son las ocasiones de las que uno puede contar lo sucedido tras una colisión aérea, pocas. Y felicitaciones a la tripulación del reactor que supo evaluar la emergencia y hacer una toma de 10 sin tren de aterrizaje y con los daños, sobre todo, el del borde de ataque del ala.

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