El 6 de Febrero de 1958, el AS-57 Ambassador operado por BEA (British European Airways) y matriculado G-ALZU, intentaba por tercera vez despegar de la pista cubierta de aguanieve del aeropuerto de Munich-Reim. El resultado de dicho despegue fue un fatal accidente que sesgó la vida de 23 de sus 44 ocupantes, entre los que se encontraban los jugadores de fútbol del Manchester United, además de algunos periodistas y aficionados.
El equipo volvía de un partido de la Copa de Europa celebrado en Belgrado, la parada en Munich era debida para efectuar un necesario repostaje. Los pilotos abortaron por dos veces el despegue por problemas en los motores; estos sonaban extraño al acelerar y el sensor de presión de una de las bombas fluctuaba al alcanzar máxima potencia. Al parecer se debía a que el avión había sido reabastecido con un combustible de mezcla muy rica que hacía sobreacelerar el motor, un problema común de éste tipo de avión. El ingeniero sugirió pasar la noche en Munich, ya que la solución de abrir lentamente el mando de gases no había funcionado en el segundo intento, pero el capitán decidió realizar un tercer intento abriendo más lentamente aún el mando de gases. Esto significaba que la aeronave alargaría la carrera de despegue hasta conseguir la velocidad necesaria.
Durante este tercer despegue comenzó a nevar, lo que provocó que se acumulara aguanieve en el final de la pista. Tras recibir la autorización la aeronave comenzó su carrera de despegue, alcanzó V1, fijada en 117 kts (217 km/h), velocidad a la cual una vez sobrepasada no se debe abortar el despegue, también alcanzó V2, fijada en 119 kts (220 Km/h), velocidad mínima para que el avión se pueda ir al aire, pero cuando el avión pasó sobre la zona de aguanieve la velocidad comenzó a bajar hasta 105 kts (194 km/h) imposibilitando el despegue. El avión patinó y golpeó una barrera situada al final de la pista estrellándose contra una casa.
La causa del accidente, aunque inicialmente se atribuyó erróneamente al piloto por no haber aplicado el procedimiento de deshielo de las alas (muy relacionado con un accidente de un Boeing 737 de Air Florida en las heladas aguas del Potomac, Washington), se fijó finalmente en la aguanieve acumulada en la pista, lo que imposibilitó conseguir la velocidad necesaria para el despegue.
El Manchester United se reharía de la tragedia con el paso del tiempo de la mano de Bobby Charlton, unos de los supervivientes del accidente.
El equipo volvía de un partido de la Copa de Europa celebrado en Belgrado, la parada en Munich era debida para efectuar un necesario repostaje. Los pilotos abortaron por dos veces el despegue por problemas en los motores; estos sonaban extraño al acelerar y el sensor de presión de una de las bombas fluctuaba al alcanzar máxima potencia. Al parecer se debía a que el avión había sido reabastecido con un combustible de mezcla muy rica que hacía sobreacelerar el motor, un problema común de éste tipo de avión. El ingeniero sugirió pasar la noche en Munich, ya que la solución de abrir lentamente el mando de gases no había funcionado en el segundo intento, pero el capitán decidió realizar un tercer intento abriendo más lentamente aún el mando de gases. Esto significaba que la aeronave alargaría la carrera de despegue hasta conseguir la velocidad necesaria.
Durante este tercer despegue comenzó a nevar, lo que provocó que se acumulara aguanieve en el final de la pista. Tras recibir la autorización la aeronave comenzó su carrera de despegue, alcanzó V1, fijada en 117 kts (217 km/h), velocidad a la cual una vez sobrepasada no se debe abortar el despegue, también alcanzó V2, fijada en 119 kts (220 Km/h), velocidad mínima para que el avión se pueda ir al aire, pero cuando el avión pasó sobre la zona de aguanieve la velocidad comenzó a bajar hasta 105 kts (194 km/h) imposibilitando el despegue. El avión patinó y golpeó una barrera situada al final de la pista estrellándose contra una casa.
La causa del accidente, aunque inicialmente se atribuyó erróneamente al piloto por no haber aplicado el procedimiento de deshielo de las alas (muy relacionado con un accidente de un Boeing 737 de Air Florida en las heladas aguas del Potomac, Washington), se fijó finalmente en la aguanieve acumulada en la pista, lo que imposibilitó conseguir la velocidad necesaria para el despegue.
El Manchester United se reharía de la tragedia con el paso del tiempo de la mano de Bobby Charlton, unos de los supervivientes del accidente.
2 comentarios:
En la revista del Colegio de I.T. Aeronauticos habia un articulo bastante bueno sobre esto... si lo tengo por ahi en algun sitio aun, os lo hago llegar!
Muy bueno!
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